La banda del Gordo Dan desautorizó al físico, amigo de los Milei, tras su ataque a los argentinos.

Santiago Caputo dio la orden de destrozar a Demián Reidel por su ataque a los argentinos para poner en duda su continuidad como jefe de asesores de Javier Milei.
El físico y economista se hizo el pistola en un encuentro de empresarios extranjeros en el Four Seasons y, en inglés, dijo que la Argentina tenía una serie de ventajas para invertir, pero que «el único problema de Argentina es que está lleno de argentinos».
Santiago Caputo vio una oportunidad para limar a Reidel, que es amigo de Milei y pertenece al sector de Karina. El líder de los Peaky Blinders venía con la sangre en el ojo porque, como anticipó LPO en exclusiva, recibió el veto de Karina Milei para la lista de legisladores porque cree que «espantan a los porteños».
El primero en salir salir a desautorizar a Reidel fue el Gordo Dan, el líder de la banda de los trolls de Santiago, que no hace nada sin el permiso del asesor estrella. Ya había cruzado esta semana al karinista Fran Fijap, que festejó en redes que «hay FMI para rato» luego de que la Cámara de Diputados ratificara el DNU que mandó Milei para acordar con el Fondo. «Borrá eso, pelotudo», le dijo el Gordo Dan y Fijap acató la sugerencia. LPO adelantó además que en Diputados creen que Santiago empujó el escándalo de Menem para golpear a Karina.
«Lo mejor que tiene la Argentina son los argentinos, lo peor que tiene la Argentina son los kukas, que gracias a los argentinos no gobiernan más y que gracias a los argentinos no van a volver nunca más», dijo este sábado el Gordo Dan en su primera intervención contra Reidel.
«La argentina fue y volverá a ser grande gracias a los argentinos», dijo el jefe de los troll, que de esta manera le envió un mensaje directo a Reidel desde el Triángulo de Hierro. El físico ya le había frustrado un plan nuclear a Caputo y tiene un acceso privilegiado a Olivos.
Reidel suele pasar largas noches junto a Milei sin comer discutiendo la macro. Milei confesó que junto a su amigo, con quien suele viajar a solas en el avión, están reescribiendo la historia económica porque está mal calculada. Si bien no suelen dormir durante las extensas tertulias, sueñan con el Nobel.
«¿No les da un poco de vergüenza decir semejantes pavadas? Es poco digno», se defendió Reidel en medio de una catarata de insultos de dirigentes y usuarios que lo acusaron de «cipayo», «vendepatria» y «sorete».
«Y ademas saben que son pelotudeces. Sigan cacareando. Yo sigo laburando para que a pesar de ustedes el país avance. Eso si. banco fuerte al que se le ocurrió el cipayómetro. Ese si tiene sentido del humor. Los que se hacen los ofendidos, consíganse un trabajo honesto», se defendió Reidel.
Pero el Gordo Dan salió a cruzarlo de nuevo. «A veces con pedir perdón alcanza. Los argentinos pusieron al mejor Presidente de la historia en el Sillón de Rivadavia. No insultes nunca más a los argentinos», dijo el Gordo.
Luego se sumó el diputado bonaerense Agustín Romo, que trabaja codo a codo con el Gordo Dan y Santiago Caputo. «Lo mejor de Argentina somos los argentinos. Fuimos una potencia gracias a los argentinos y vamos a volver a ser una potencia gracias a los argentinos», dijo Romo.
Cuando la banda del Gordo Dan cruza de este modo a un funcionario de Milei es porque llega la orden de Caputo o bien para advertir a alguien que se pasó de la raya o directamente para anticiparle su salida del gabinete. Este caso es más complejo porque Reidel es amigo de los Milei.
La guillotina del Gordo se estrenó con el secretario de «Bioeconomía», Fernando Vilella, que salió eyectado del gobierno luego de que el Gordo Dan lo cruzara en Twitter por darle like a Martín Lousteau. El Gordo Dan también hizo echar al secretario de Deportes, Julio Garro, tras afirmar que Lionel Messi debía pedir disculpas por cantos racistas y homofóbicos de jugadores de la selección contra los segundones de Francia.
Reidel ya tiene dos strikes y quedó al borde de ser ponchado: Mieli estuvo cerca de echarlo cuando el asesor se despegó del lanzamiento de Libra, en el fin de semana más tenebroso que tuvo que pasar el presidente, al menos por el momento.
Fuente: LPO.
