Hay mil puestos de trabajo en riesgo…

Se trataba de la última audiencia de conciliación obligatoria pero hasta el momento lo abordado durante el encuentro está bajo hermetismo. Este martes a las 16:00 habrá una asamblea en el ingreso a la planta y un abogado compartirá la propuesta de la empresa.

En el marco del conflicto en las plantas uruguayenses de Tres Arroyos, este lunes autoridades de la empresa y de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) se reunieron con miembros del Ministerio de Trabajo de la Nación para tomar una decisión, en el marco de la última conciliación obligatoria. Sin embargo, La Pirámide supo que la reunión pasó a cuarto intermedio hasta el miércoles.

En este marco, este martes a las 16:00 se realizará una asamblea en el ingreso a la planta, donde un abogado de la empresa leerá la propuesta de la compañía.

Los empleados de la planta uruguayense volvieron a movilizarse este domingo por el microcentro de Concepción del Uruguay, en defensa de su fuente laboral y en reclamo por el pago de montos salariales adeudados.

Cómo empezó el conflicto

Comenzó a gestarse en noviembre de 2024, cuando la empresa de la familia De Grazia resolvió quitarles a los trabajadores un pago adicional que cobraban desde hace casi 40 años, lo que representaba en la liquidación final el 21 por ciento del sueldo. En las negociaciones, la patronal intimó a que aceptasen la reducción salarial o despedían gente.

Después, se agravó cuando pidieron a los trabajadores que firmen «los preventivos de crisis», que implicaban descuentos y renuncias a derechos adquiridos por los trabajadores de la planta faenadora de pollos desde hace muchos años.

Ante la negativa gremial, el Directorio de Tres Arroyos amenazó con despedir a 400 trabajadores, lo que empezó a cumplir parcialmente, llevaban 80 telegramas enviados cuando el gremio decretó el paro general en la planta el 27 de enero.

Ello derivó en la conciliación obligatoria dictada por el organismo laboral estatal durante 15 días, durante ese plazo la empresa debía reintegrar a los despedidos y se ponerse al día con los sueldos.

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