Bullrich lo corrió de la campaña pero sigue siendo diputado y vicejefe del bloque del PRO. Dudan de sentarlo en la banca.

Gerardo Milman sigue siendo un problema para Patricia Bullrich, que lo corrió de la campaña presidencial pero no sabe qué hacer con su banca de diputado.

Milman pasó al ostracismo luego de que lo vincularan con el intento de magnicidio de Cristina Kirchner y comenzaran a aparecer denuncias por facturas truchas y un nutrido grupo de asesoras de dudoso currículum.

En los últimos días del año pasado, el Frente de Todos pidió la exclusión de Milman de la Cámara de Diputados por «inhabilidad moral». Ante un silencio atroz de Elisa Carrió y los radicales, el PRO esbozó un apoyo a Milman pero lo escondió.

Milman fue mano derecha de Bullrich durante su gestión en el Ministerio de Seguridad, donde afianzó su relación con el mundo de la inteligencia y las fuerzas de seguridad. Al momento del atentado a Cristina estaba al frente de la organización de la campaña de Patricia, quien incluso lo presentaba como su jefe de Gabinete en caso de llegar a la Casa Rosada.

Pese a que sigue en el equipo de Patricia, Milman no apareció más junto a la presidenta del PRO, que incluso designó a Sebastián García de Luca como jefe de campaña bonaerense en su lugar, según anticipó Perfil. Sin embargo, Milman no sólo sigue siendo diputado sino que además es el vicejefe del bloque del PRO.

La ausencia de Milman no fue tan evidente con la Cámara de Diputados en receso, pero el miércoles próximo Alberto Fernández encabezará la asamblea para dar apertura a las sesiones ordinarias y sería extraño que una autoridad de bloque pegara el faltazo.

«Si va a la asamblea nos matan los K con la foto en su banca y si no va lo van a acusar de ñoqui», se lamentan en el PRO.

Fuente: LPO.